El psicodrama, el melodrama, la tragedia, el drama judicial o un romance: todos pueden adoptar una expresión dramática. Trata de la muerte, la pérdida, los deseos inalcanzables y la persecución que le ocurren al personaje principal. Los personajes de los colaboradores son analizados en profundidad y sus conflictivos procesos de pensamiento alcanzan una expresión visible. El hombre se presenta en su sufrimiento y se queda con su desesperación. ¿Final feliz? Ni hablar.
Los dramas son un mundo de momentos sociales y emocionales. Sondean las profundidades de la psique humana y sacan a la luz lo que debería permanecer oculto en el alma del hombre. El miedo, la incertidumbre, la desesperación y la desorientación son las emociones que sustentan un drama. La trama deja a los protagonistas que tienen que enfrentarse a su destino y encontrar un nuevo camino en la vida.